Para mostrarlo voy a escribir en negrita algunos factores típicos de la modernidad líquida y voy a explicar por qué UBER los cumple.
Flexibilidad: Para los conductores, UBER es mucho más flexible que ser un taxista. De hecho, si lo pensamos "ser" un taxista implica una solidez en la cual la persona se reconoce plenamente en esa profesión. En cambio "manejar" un auto que pueda llevar a otros pasajeros mediante UBER, no implica reconocerse como "conductor profesional", no implica pintar el auto de amarillo y negro: en un momento es mi auto privado y luego trabajo con él, luego vuelve a ser privado. También es completamente flexible la cantidad de horas que el conductor quiere trabajar, lo que no sucede con el taxi, sobre todo para los peones de taxi. La flexibilidad laboral implica también que los conductores no cuentan con ninguna de las protecciones que un empleado "sólido" tiene: cargas sociales, indemnización por despido, asignaciones familiares, etc. UBER tiene así miles y miles de "empleados" que no lo son..., los llaman "socios".
"Uber es una aplicación que conecta personas que requieren un servicio de traslado – de momento la única funcionalidad en Argentina – con socios disponibles para brindarlo."
Privatización: UBER se presenta como un servicio entre pivados: "Es como llevar a un amigo en tu auto" afirman. Por supuesto, eso les permite no tener ningún tipo de regulación estatal y no pagar impuestos, es decir, no quieren entrar en el paraguas regulatorio del Estado (ese es parte del conflicto que hay en este momento con el Gobierno de la Ciudad). La privatización lo es también desde el punto de vista
Economía de Servicios/Finanzas globalizada: Las operaciones están completamente bancarizadas, lo cual implica que esa "flexibilidad" tiene como correlato un control absoluto de las transacciones. En otros términos, la flexibilidad no está al servicio de la libertad, sino de un mayor control. El 25% del costo del viaje lo recibe la empresa y no tributa impuestos en el país, es decir que opera acá y gana dinero acá, pero se presenta como una figura "global" que seguramente elige un país en el que los impuestos que se pagan son los menores posibles.
Empresario de sí: Que los conductores no sean empleados, significa que se los invita a ser emprendedores. "¿Tenés un auto? Podés ser un socio" es la tentadora oferta que se hace, como cualquier "cuentapropista" podés decidir tus horarios, no tenés jefes, etc., pero la contraparte, como dijimos es que no tenés ninguna de las protecciones del mundo del trabajo sólido: vacaciones, aguinaldo, licencia por maternidad, enfermedad, protección sindical, etc.
Lo mismo sucede con el equipamiento necesario: cada conductor tiene que "poner" su auto como capital y su smartphone, imaginemos la enorme inversión que sería poner 20.000 autos y 20.000 teléfonos y ocuparse de arreglarlos, etc. UBER terceriza todo ese capital y el mantenimiento:
"¿Qué sucede si no cuento con un celular adecuado para que funcione la aplicación de Uber? Te alentamos a que consigas el smartphone necesario para tener la aplicación funcionando e inmediatamente te sumes a la comunidad de Uber como socio y empieces a ganar dinero."
Competencia consigo mismo: Como dijimos, la maximización del trabajo se logra poniendo a los trabajadores a competir con ellos mismos, todo el tiempo hay que "rendir" bien, por eso hay un proceso de evaluación continua, que hace que si no se cumple con el standard deseado, UBER se pueda deshacer del "socio" sin problemas:
"¿Cuán importante es el puntaje que me dan los usuarios luego de terminar un viaje conmigo? Debés mantener un puntaje promedio alto para permanecer conduciendo en la plataforma, ya que Uber debe asegurar que la experiencia del viaje sea la mejor.De conseguir consistentemente puntajes bajos y no mejorar, podrás ser desactivado de la plataforma."
Diego, estoy a favor con tu nota en muchos puntos. Primero me parece incorrecto que las personas que usan uber, no tengan que pagar ningún tipo de impuesto. Porque el taxista, como mencionaste tiene que pintar su auto de nergo y amarillo y pagar impuestos. Entonces es injusto para ellos. Las personas que estan a favor del uber dicen ¨es como si llevaria a un amigo¨. Pero en verdad no lo es, porque tu amigo no se sentaría en la parte trasera del auto y tampoco le cobrarías el viaje.
ResponderEliminarEs verdad también, que uber al no estar establecido formalmente en la Argentina, la empresa no paga ningún tipo de impuesto al estado. Y como todas las empresas lo hacen, uber debería hacerlo.
En mi opinión, se debería buscar una solución a este conflicto. Debería haber un arreglo entre el estado y uber para que este tenga que pagar algún tipo de tributo. Aunque para los taxistas, ademas de que están infelices por que uber no paga impuestos pero sino porque tienen miedo a que les saque todo el trabajo.
Diego, muy interesante tu nota. Los hechos que presentaste son así, y me quiero centrar con que este servicio/aplicación tiene dos grandes "enemigos", el gobierno, ya que Uber no paga impuestos porque no tiene filiales en Argentina a quien cobrarle; y el gremio de taxistas, debido a que ellos tienen muchas mas regulaciones que los socios de Uber. Otro problema es que el titular del gremio de los taxistas, Omar Viviani, fue uno de los principales apoyos políticos en campaña de Mauricio Macri, generando que el presidente sienta una obligación con este Gremio. Para los usuarios de este tipo de servicios una solución seria usar la aplicación española Cabify, que tiene el mismo sistema que Uber, pero con todas las regulaciones que tienen los taxistas. Para los taxistas la solución seria mejorar su servicio; y para Uber seria adaptarse a las regulaciones argentinas.
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