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jueves, 19 de mayo de 2016


Y la igualdad entre el hombre y la mujer, ¿Dónde está?

Es cierto, muchas cosas fueron cambiando con el tiempo pero eso no implica que las mujeres seamos menos que los hombres.
Es sabido que si un varón está con muchas mujeres es un “capo” un “Genio”, ahora si una chica está con muchos varones es una “trola”. ¿Cómo es el tema? ¿Los varones tienen derechos que las mujeres no tenemos?
Entiendo que muchas veces las mujeres parecen estar debocadas, pero, si así fuera, que las hace diferentes de los varones?, porqué ellos pueden y las mujeres son mal vistas, o se las tilda de culpables de provocar a los hombres?
¿Cómo cambiar una conducta que por miles de años se reproduce en todo el mundo?
El tiempo pasa pero las actitudes machistas son cada vez peores, nadie cambia de pensamiento. En todas partes del mundo, las sociedades son machistas. En la actualidad, las mujeres se desempeñan en cargos altos, saben más, están preparadas y ya no se quedan en sus casas, sin embargo son rebajadas a las vergüenzas y dolores más feos y sin sentido.
Aceptamos la igualdad pero sólo en la superficie. Una cosa tiene que ser clara: Somos mujeres pero no servimos a los hombres. Somos mujeres pero no merecemos el mal trato de los hombres como ellos no se merecen el nuestro.

Somos mujeres pero no es motivo para sentirnos desprotegidas o con la necesidad de la compañía de un hombre para estar seguras.
Hace unos meses murieron dos mochileras argentinas en Ecuador, la gente parecía indignada pero también se decía que tendrían que haber viajado “acompañadas”, ACOMPAÑADAS??? Eran dos amigas, estaban acompañadas, o solo es compañía un hombre????
Qué cultura tenemos en todo el mundo que las mujeres no pueden hacer su vida porque un hombre se cree con derecho de violarlas o atacarlas simplemente porque se cruzan en su camino.
Hace unos días salió un video donde 3 nenas de 12/13 años y 3 varones de la misma edad se daban besos unos con otros. Todos nos mostramos alarmados y nos pareció espantoso, pero ¿por que?. Lo que más nos impresionó fue la edad, la carita de nenes de los varones y como las chicas se sentaban sobre ellos. El pensamiento de todos fue: Qué horror esas chicas. Ahora, pienso yo con ustedes, no es repudiable también la actitud de los varones. La falta de respeto es mutua, de las chicas con ellas mismas y de los varones también. En qué momento se perdió el respeto por uno mismo?. Eso es lo importante acá, no las chicas que están terribles.
Cómo hacer para que, como adolescentes, nos respetemos, tanto hombres como mujeres y dejemos de alentar a los que “ganan” todas las noches y empecemos a festejar y a alentar las buenas relaciones, el respeto tanto al hombre como a la mujer. La igualdad existe y tenemos que hacerla cumplir. Pero la igualdad tiene que ir acompañada del respeto. Sin respeto, difícilmente podremos hablar de nada.
Cada uno de nosotros tenemos en nuestras manos la tarea de dejar de ser machista y comenzar a pensar que tanto hombres como mujeres, podemos hacer bien las cosas.



“Conduce mal, seguro es mujer”.
“No debe depositarse ninguna confianza en la mujer”.
– Homero

“Corres como una niña”.

“Debes ser fuerte como un hombre”

“La mujer es por naturaleza inferior al hombre; debe, pues, obedecer…El esclavo no tiene voluntad; el niño sí, pero incompleta; la mujer lo tiene,  pero impotente”

– Aristóteles

miércoles, 20 de abril de 2016

Apoyo escolar


Apoyo escolar
Con un grupo de gente de San Isidro les brindamos apoyo escolar a los niños del barrio carenciado ubicado en la calle Martin y Omar. Es increíble el amor que recibimos de su parte. Como ellos aprenden de lo que nosotros les enseñamos, nosotros también aprendemos de ellos.
De esta manera me di cuenta de cómo se divierten con tan poco y de una manera más “sana” (jugando entre ellos) en relación a los niños de clase media o alta que su forma de entretenimiento puede ser pasándose horas frente a la televisión o con jueguitos electrónicos que les causan mucho daño.
También pude notar la desigualdad de educación en las distintas clases sociales ya que en la actualidad para tener un aprendizaje superior se requiere de más dinero. Por lo tanto, los niños que asisten a escuelas públicas tienen un nivel inferior de conocimientos que los de escuelas privadas.

Conociéndolos un poco a ellos y a sus familias me llama mucho la atención ver como nosotros discriminamos a los de clases más bajas por el simple hecho de que sean inferiores en términos económicos, prejuzgandolos por robar, matar, etc. Hay personas “buenas” y “malas” en todas las clases sociales y en todo el mundo. 

jueves, 17 de marzo de 2016

La derechos humanos en otros países


Muchos saben cómo los derechos humanos son abusados en distintos países. Países como Turquía sufren de violaciones en los derechos humanos.
En mi viaje a Turquía, en Julio del 2015, vi como muchas mujeres fueron mal tratadas por sus maridos. Mujeres con el mismo derecho que los hombres siendo maltratadas simplemente por su diferencia de sexo. En muchos casos, los maridos arrastraban a sus mujeres por la calle y las obligaban a vestir de negro, y hasta algunas eran obligadas a cubrir todo su cuerpo exceptuando sus ojos.
















(Imagen que muestra un grupo de mujeres manifestantes)

Éstas mujeres ya se han manifestado en contra de los abusos que sufren, pero nadie escucha sus reclamos, y se niegan a cambiar la situación. Ellas están cansadas de tanto abuso y nadie está dispuesto a ayudarlas. ¿Por qué estas mujeres están destinadas a sufrir tanto abuso, mientras que tienen los mismo derechos que los hombres?
Inicialmente, esto surgió como una tradición que obligaba a las mujeres a cubrir toda parte de su cuerpo. Pero con el avance del tiempo, los derechos humanos se fueron haciendo cada vez más igualitarios alrededor del mundo. Y por eso es que hoy en día, este abuso se ve como algo insólito.



miércoles, 16 de marzo de 2016

ESCLAVOS, MODELO 2011

ESCLAVOS, MODELO 2011

Buscando una noticia para escribir, encontré esta foto de comienzos de año 2011. Lo que más me impacto fue su título: “ESCLAVOS, MODELO 2011”, y tuve que buscar la noticia completa.

Esta noticia cuenta como en un allanamiento a un campo en San Pedro se encontraron 130 personas hacinadas en trailers de chapa. Estas personas estaban dentro de las 200 hectáreas que alquilaba la transnacional exportadora de productos agropecuarios, Nidera.

Las personas que estaban en estos trailers habían sido sometidas por tres semanas a jornadas de trabajo de 10 horas, de las cuales recibían muy malas pagas, y las condiciones en las que se encontraban fueron comparadas a las de un “campo de concentración”.

Los “esclavos” debían comprar sus propios alimentos, pero éstos a precios exagerados que establecía el empleador: “80 pesos por una bolsa de papas, 65 por una de cebollas, 54 por un pollo, 17 por un atado de cigarrillos, ocho por un kilo de pan viejo y dos por recargar la batería del celular.”“Nidera le pagaba a 24 pesos por día por persona”. Como la mayoría de los productos excedían el propio salario cada persona tenía una cuenta de deudas.

Estas 130 personas habían sido especialmente traídas de Santiago del Estero y les habían prometido un trabajo con condiciones laborales y un salario apropiado, que nunca fue cumplido. Una vez dentro de las tierras de Nidera, se les informo que no podían salir, y si alguno lo intentaba, todos serían enviados a Santiago del Estero sin ninguna remuneración.

Las personas solo fueron encontradas debido a que el titular de la Unidad Fiscal de Investigaciones N06 de San Nicolás, Rubén Darío Giagnorio, ordeno que se patrullara la zona de los campos de cosecha de maíz ya que se deben conseguir más trabajadores para desflorar el maíz manualmente. Esto significa que esta no es la primera vez que ocurre, lo que en mi opinión es triste y debería avergonzarnos como sociedad.

A mi esta noticia me deja pensando en la sociedad en la que vivimos. Una sociedad en la que somos celebrados por nuestros logros, especialmente los económicos, pero puede estar la duda de si ese éxito fue a costo de que una persona sea torturada, sometida, y tratada como si fuera el siglo XVII. Pero lo peor de esta situación es que muchas veces no nos importa, porque si lo supiéramos e hiciéramos algo al respecto, a los únicos que perjudicaríamos seria a nosotros mismos, ya que el precio de este bien que acusamos aumentaría. Y también, muchas veces, al no hacer nada al respecto sin pensarlo dos veces, decidimos no ayudar a alguien más y optamos por seguir siendo una sociedad egoísta y que mira al costado cuando un asunto no tiene algún beneficio propio.



domingo, 6 de marzo de 2016

Un vidrio

Hay distintos modos de transitar la ciudad. Desde el auto todo transcurre sin grandes contratiempos una vez que uno aprendió a resignarse al tráfico del centro porteño. Y es bien sabido que una resolución eficaz para la resignación es el aislamiento. Con las ventanas bien cerradas por el frío, la radio prendida y el automatismo de frenar y arrancar esquivando motos y colectivos, los edificios y los semáforos se suceden. Somos lo que parecemos, pequeños destinos volviendo a nuestros hogares, ensimismados, abismados en nosotros mismos. Los otros autos, la gente agolpada en los colectivos o aún más contracturada por debajo, en el subte, todos somos lo que parecemos. Una marea humana de aislamiento en la muchedumbre, un terror de mirarnos a los ojos, porque ¿qué hemos de hacer si nos encontramos?


En la esquina de Avenida Córdoba y Larrea, en ese lugar donde el transitar se hace espeso, justo en ese lugar, Luis limpia los vidrios de los autos atrapados por el semáforo. Más que preguntar, la realidad irrumpe. Y eso es Luis, aunque él lo desconozca, porque su condición de sujeto le es negada sistemáticamente. Es una realidad humana que irrumpe de tal modo que uno no pueda decir que no. Voy a explicarme mejor. La mayoría de los automovilistas dicen “no”, pero el aviso ya está dado. La mecánica de la ciudad es de autos por las calles y transeúntes por las veredas. Tránsito, trenes, transeúntes y Luis. ¿Qué es lo que él está haciendo allí?

Si le preguntáramos, él diría “me estoy ganando una moneda”. Si le damos una moneda, como si fuera una limosna, él nos dice “dejame que me la gane” y nos limpia el parabrisas aunque esté impecable. "Trabajo" es la palabra que me parece más adecuada, pero ¿quién se atrevería a decirlo? Porque si eso es trabajo ¿qué nos diferencia a los que vamos dentro del auto, los que trabajamos de verdad? En esos lugares preparados para trabajar, está claro cuál es el adentro y cuál el afuera. Y lo mismo pasa cuando vamos en nuestros autos.

Nosotros, los que no estamos obligados a establecer nuestro trabajo en un lugar donde se transita, los que podemos decir “yo trabajo” sin generar polémicas. Nosotros, los que tenemos curriculum vitae, tarjetas personales, escritorio, los que tenemos la billetera llena de credenciales con nuestro nombre. Los que pertenecemos al gimnasio, al banco, al videoclub, al supermercado, a la medicina privada. Nosotros, los que estamos habilitados, los que estamos de este lado del vidrio.

Y del otro lado, Luis, con su nombre de rey francés, con su pequeña violencia que trastoca el orden de autos y transeúntes. Obligado a abrir un espacio antes inexistente, no pensado para el trabajo, no pensado para las personas, sino para los automóviles y los autómatas que los conducen. Luis en ese no-lugar, irrumpiendo en ese brevísimo momento en que el semáforo nos detiene y no hay tiempo para la pregunta. Decimos que sí o que no, gesticulamos, bajamos la radio, bajamos la ventanilla, quizás le preguntamos a Luis su nombre. Quizás nos responda “Luis” y nos desee buen fin de semana.

Gracias Luis.