jueves, 19 de mayo de 2016

La crisis de nuestra vida cotidiana



En esta nota me gustaría reflexionar sobre el estilo de vida que cada uno de nosotros o por lo menos la mayoría de nosotros llevamos día a día . Al ponerme a pensar sobre que hablar en la nota, me vino a la cabeza como cotidianamente las personas necesitamos de alguna u otra manera escapar de la realidad en que vivimos, de diferentes maneras como, por ejemplo, desconectar el teléfono y aislarse en un lugar determinado, o consumir algún tipo de drogas o alcohol, ya que nos vemos sobrepasados por diferentes situaciones o circunstancias. Lo q me llevo a concluir que evidentemente existe una falla en el sistema social implementado, el cual en mi opinión, es el condicionador más directo en nuestras vidas. ¿Cual es el motivo por el cual sentimos la constante necesidad de tomar un descanso de nuestra vida real. De alejarnos por un rato. De, si se presenta el espacio, escapar? La respuesta mas lógica que pude efectuar fue que el motivo central se resume en la constante presión que recibimos. Esta presión proviene de parte de la sociedad y del sistema consumista (capitalista a su vez) del que formamos parte, que, como vimos en clase, genera esta idea de que uno es el empresario de uno mismo, y debe en todo momento traspasar sus limites para de esta manera mejorarse y ser un mejor producto a la hora de venderse al mercado. Esta situación no solo es para venderse al mercado laboral, sino que se podría entender al mercado como sociedad, entendiendo que uno también esta constantemente mejorándose para ofrecer su ¨mejor versión¨ (marcada generalmente por parámetros sociales), y de esta manera siendo socialmente mas aceptado por los demás, lo que genera muchas veces una especie de ¨prostitución¨ comerciando, o vendiendo nuestra verdadera entidad, con nuestros valores, opiniones, forma de ser, etc. a la sociedad o el mercado (a cambio de su aceptación).  Esta situación de auto exigencia para ser constantemente lo mejor de uno mismo (genera mucha responsabilidad en la toma de decisiones) es la causante en gran parte de la necesidad de escapar de este sistema de demanda indirecta y persistente. Este sistema genera que vivamos nuestra vida en crisis constante, ya que nunca vamos a poder ser el producto ideal para el mercado, lo que nuevamente genera mayor esfuerzo para seguir mejorando pero nunca estando conforme del todo con esta mejora (ya que siempre se podrá mas).

3 comentarios:

  1. Muy buena reflexión Renzo. Nuestra vida cotidiana es, a pesar de que parezca que no, un continuo estar tratando de ser deseables para los demás, en un sentido tan amplio que sólo un poco de "distanciamiento" nos puede ayudar a ver. Y esto es aún peor para las mujeres, que tienen que ser "lindas", "atractivas", "delicadas", "encantadoras" y que pueden sentirse muy afectadas cuando no cuadran con las exigencias del mercado.

    Es una sensación de gran felicidad estar en medio de la naturaleza sin que nadie nos juzgue, sin que nadie nos tase, nos evalúe, nos apruebe o nos repruebe. Ahora bien, todos formamos parte de este sistema de juzgar y ser juzgados, de desear y ser deseados. Así como sufrimos por estar todo el tiempo cumpliendo estándares que no conocemos bien y a los que no podemos alcanzar, ¿no hacemos cumplir esos estándares también a otros? ¿No juzgamos, no evaluamos, no valoramos y desvalorizamos?

    ¿En qué momento podemos darnos el lujo de salir de ese intercambio?

    ResponderEliminar
  2. Renzo, la verdad es que me siento muy identificada con parte de tu nota. En nuestra vida, todos los días, en todo momento, estamos exigiéndonos a uno mismo. Nosotros sabemos a lo que nos imponemos, y necesitamos encontrar ese espacio especial que nos logre mantener relajados y por fuera del sistema que nos alimenta cada vez de mas exigencias. Necesitamos conectarnos con uno mismo, y es muy difícil hacerlo con las condiciones que presentamos. Muchos buscan los caminos que para varios es el "mas sencillo", las drogas y el alcohol.Y muchos otros buscan el desconectarse de todo, desconectar el teléfono, desconectarse de la sociedad, irse a un lugar alejado por un tiempo.Me parece que el problema esta presente es el simple hecho de poder desconectarse "por un tiempo". Podemos intentar relajarnos por un tiempo determinado, pero ya sabemos que necesitamos volver. Sabemos que necesitamos perfeccionarnos nuevamente, y que eso nunca va a parar.Siempre vamos a sentir presión por parte de la sociedad, y por mas que nos podamos aislar, nunca vamos a poder hacerlo por siempre.

    ResponderEliminar
  3. Renzo, me pareció muy interesante tu nota. Coincido con vos en lo que decís y tomo parte del comentario de Diego en el que se pregunta si mientras sufrimos por este sistema social no somos a la vez los que juzgamos, desvalorizamos, etc etc etc. Es increíble cuantas actitudes así de contradictorias tenemos los humanos, nos afecta lo que hace una masa pero estamos dentro de la misma. Creo que para que las presiones sociales disminuyan todos tenemos que ver si en realidad no estamos formando parte de esa sociedad que las genera.

    ResponderEliminar