martes, 23 de agosto de 2016

Esclavitud en el siglo XXI


La idea de esta nota comenzó viendo la película El Patrón de Sebastián Schindel, con Joaquín Furriel como protagonista principal. La historia se basa en un hecho criminal real sobre un hombre rural que llega a Buenos Aires en busca de trabajo y termina explotado por un siniestro patrón que lo obliga a vender carne podrida y lo somete a una verdadera esclavitud, la historia se desarrolla en el centro de la Ciudad de Buenos Aires y en el siglo XXI.
La película me impactó bastante por diferentes razones. En primer lugar, me mostró la realidad de vida y las cosas a las que son sometidas, por unos pocos pesos, las personas como el personaje de Joaquín. Esclavos del trabajo y la pobreza. Según las estadísticas oficiales de La Alameda y Esclavitud Cero, hay más de 500.000 personas que son sometidas a condiciones de esclavitud en Argentina. El sector que más mano de obra esclava emplea en Argentina es el textil: el 78% de los talleres son informales. Sólo en el Gran Buenos Aires se estima que existen unos 15.000 talleres clandestinos con entre 7 y 10 costureros cada uno.
Existen leyes básicas que se encargan de darle un marco jurídico al régimen laboral, como por ejemplo la Ley de Contrato de Trabajo, la que establece un mínimo de edad para los empleados, entre otras regulaciones, y los decretos de Salario Mínimo, a partir de los cuales todos los trabajadores deben recibir una remuneración preestablecida. Entre otras regulaciones también se destacan las asignaciones universales a todos los trabajadores, el régimen de despidos, el de licencias, y el de seguridad social.

En segundo lugar, la película muestra las razones por la cual se producen estos casos de esclavitud. La principal razón es el abaratamiento de los costos, los cuales terminan pagando los trabajadores, pero también sirve para mantener en silencio lo que los patrones no quieren que se sepa en la sociedad y los consumidores. Por ejemplo, (el caso de la película) el patrón esclaviza al protagonista y a su mujer en su carnicería para tener el gasto mínimo de salario, pero también, con ellos oculta el hecho de que vende carne podrida. La humilde pareja limpia la carne en mal estado y la enjuaga en lavandina para que no tenga mal olor. Además, ellos viven en la parte de atrás de la carnicería en un cuarto pequeñísimo y sucio, por el cual el patrón les cobra renta. Cualquier otro trabajador con un respaldo financiero mínimo, denunciaría o dejaría ese horroroso trabajo, pero ellos no pueden. Ellos no tienen a dónde ir, con que comer, y además, están endeudados con el patrón por el alquiler.Resultado de imagen para trabajo esclavo en argentina

4 comentarios:

  1. bibliografia:
    http://www.elmundo.es/america/2012/06/13/argentina/1339616621.html

    http://www.lanacion.com.ar/1891220-trabajo-precario-los-talleres-clandestinos-origen-de-la-mayor-parte-de-la-ropa-del-pais

    https://nazarenolanusse181087.wordpress.com/

    http://www.filmaffinity.com/ar/film496998.html

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  2. No vi la película pero sí conozco bastante de cerca el trabajo de La Alameda y el tema de la esclavitud contemporánea. Los talleres textiles son un caso paradigmático de un tipo de servidumbre contemporánea que también se puede ver en otros ámbitos (trabajo rural, sexual, etc.)

    Las razones de las que hablás bien pueden ser pensadas con las herramientas teóricas que estamos viendo en Marx: si la finalidad es la mayor acumulación de capital, es un poco complicado pensar cómo terminar con este tipo de hiper-explotación. Si, además, los sindicatos u otro tipo de organizaciones de trabajadores son debilitados en el orden neoliberal, quedan pocas posibilidades de que individualmente alguien en esas condiciones pueda defenderse de ese tipo de explotación. Es una de las "delicias" del individualismo.

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  3. Kato, es increíble lo que se le llega a hacer a un ser humano solo por el hecho de disminuir los costos. En esto también creo que tenemos la culpa nosotros como sociedad ya que cada vez que podemos conseguir algo mas barato, lo hacemos sin pensarlo. No nos ponemos a pensar en porque ese producto es mas barato, en quien pago por la diferencia de precio que nosotros nos ahorramos. Creo que una forma de intentar resolver o disminuir este tipo de recortes de gastos que se hacen, es responsabilizándonos de averiguar de donde proviene lo que compramos.

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  4. Buena nota rato, es impactante lo que se puede llegar a hacer por el capital. La falta de ética, o moral que se debe tener para explotar de esa manera vendiendo en este caso carne podrida. Se evidencia también la lógica capitalista, el estar en todo momento buscando generar ganancias extra, reproducir el capital sin frontera alguna, en este caso disminuyendo los costos de producción al mínimo y generando una relación de explotación con los trabajadores.

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