A medida que cada día pasa, nos vemos rodeados y amenazados cada vez por mas enfermedades, enfermedades que denominamos “normales”, “poco graves” o incluso “insignificantes”. Creemos que son generadas naturalmente; creemos que son algo de nuestro cuerpo, algo que sucede debido a lo que nosotros nos exponemos. Creemos que al medicarnos nuestros cuerpos mejorarán; todo desaparece, estamos bien, mejor. Esto lleva a que le damos un gran poder a las pastillas y más que nada a las grandes empresas que las producen. Dejamos que nuestros cuerpos ingieran sustancias artificiales que nos prometen felicidad, bienestar y salud. Pero, ¿sabemos si eso es realmente cierto? El video que adjunte, ayuda a ver claramente que muchos medicamentos no nos ayudan a mejorar, sino que nos ayudan a ocultar el dolor que realmente sentimos, y puede causarnos efectos secundarios.
Voy a utilizar un concepto para poder explicar lo que realmente me interesa, la medicalización de la vida, en donde “se diagnostican aspectos cotidianos de la vida humana pensando en la dimension de la vida cotidiana”. Es decir, los diagnósticos y los tratamientos medicos se expanden a situaciones las cuales antes no solían referirse a “problemas de salud”, sino a actitudes, reacciones o tan solo la forma de ser de cada humano (puede ser el cansancio, agotamiento, etc). Esto nos afecta con nuestro día a día, ya que en todo momento podemos encontrar algo malo en nosotros mismos, algo que necesite ser solucionado. Errores en nuestros cuerpos y en nuestra cabeza. Esta creación de “enfermedades” logran beneficiar a la medicina, y es una gran fuente de ingresos.
Investigue sobre las enfermedades y los síndromes que son creados.
*Algunas de las enfermedades son:
- La venta de procesos normales de la vida como procesos médicos, como la vejez o el embarazo
- La venta de problemas personales y sociales como problemas médicos: el desempleo, la fobia social
- La venta de riesgos como enfermedades: osteoporosis o hipercolesterolemia
- La venta de síntomas ocasionales como epidemias de extraordinaria propagación, como la disfunción sexual femenina
- La venta de síntomas leves como indicios de enfermedades más graves: colon irritable
Algunos de los síndromes son:
- El síndrome de Sissí- depresivos que se disfrazan de felices
- El síndrome del tigre enjaulado-padres excesivamente fatigados por sus hijos
- La depresión del Paraíso- incapacidad de gozar del ocio, típico de los turistas del Norte de Europa que viven en España
- El síndrome posvacacional- dificultad de adaptación al trabajo tras la finalización de las vacaciones, lujo solo al alcance de quienes tienen trabajo y pueden sufrir por ello
- La astenia primaveral-con la llegada del buen tiempo se presenta falta de energía para realizar la actividad habitual
- El trastorno de alegría generalizada-síntomas de despreocupación y pérdida de contacto con la realidad
Claramente, al leerlo, vemos cada síndrome y enfermedad como algo normal, insignificante. Algo que no llegamos a denominar enfermedad, algo patético; pero a medida que el tiempo pasa, se crean nuevas preocupaciones, y creemos que podemos estar empeorando y que necesitamos ayuda urgente para poder mejorar y solucionar los problemas que tenemos. Esto genera que cada pequeño dolor o molestia que sentimos nos preocupe y llegamos a creer que podemos tener una enfermedad muy grave. Nunca logramos estar en el bienestar que deseamos.
Todo esto me lleva a pensar en el por qué de esta necesidad de buscar cada reacción u acción humana como algo negativo. ¿Estamos realmente enfermos?
¿Será que necesitamos un sostén? Necesitar la existencia de ciertas enfermedades, necesitar saber que podemos solucionarlo, que tenemos la capacidad de controlarlo. Saber que tenemos el poder de hacer desaparecer cualquier síntoma que tengamos en nuestro cuerpo, un control propio.
Muchas personas pueden sentir un dolor, ir al medico y encontrarse con que están completamente bien, sin ninguna enfermedad. Al no saber que tenemos, sentimos cierta incertidumbre e impotencia, y esto lleva a que muchas veces esperemos a que nos den pastillas para que el dolor desaparezca y saber que lo podemos ocultar.
Buscamos estar rodeados de mejoras tecnológicas; encontrar nuevas dificultades, crear nuevas enfermedades, por el simple hecho de saber que somos capaces de encontrar la solución a la misma. Nos exigimos cada vez mas para poder mejorar. ¿Es tan necesario someter nuestros cuerpos a ciertas enfermedades y medicamentos? ¿Por qué lo tomamos tan naturalmente? Ingerimos las pastillas sin siquiera leer de que se tratan, afectando el único cuerpo que tenemos.
*Las enfermedades y los síndromes creados fueron extraídos de la siguiente página.
http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0212656713001844
Muy interesante la nota Lois, se conecta con la de Juana sobre la información medicinal de Google. Creo que lo decís podría resumirse de la siguiente manera: hay una confusión cada vez más importante entre lo anormal y lo patológico. Cualquier desviación o falla respecto a un pretendido standard de normalidad, intenta ser corregido médicamente. En este sentido, la psiquiataría tiene un rol fundamental como "medicina del alma", y últimamente también la neurociencia.
ResponderEliminarEs muy importante lo que remarcás ¿qué es lo que hace que determinado conjunto de factores sea un síntoma medicalizable? Eso indica que las enfermedades no son en muchos casos (quizás en ninguno) naturales, sino que están naturalizadas.